Hoy en día podemos encontrar multitud de variedades de miel diferentes, ricas en vitaminas y minerales. Pero, ¿sabes cómo se clasifican?
A continuación te mostramos las diferentes formas en las que se clasifica este delicioso edulcorante natural, teniendo en cuenta ámbitos como su origen, la forma de presentación o el destinatario al que se dirige.
Según el origen de la miel
Según cuál sea su origen, podemos encontrar diferentes variedades de miel:
Miel de flores
Es aquella producida por las abejas a partir del néctar procedente de las flores. Podemos encontrar diferentes variedades:
- Uniflorales o monoflorales: Mieles en las que predomina el néctar de una única flor. Entre las mieles monoflorales más comunes encontramos la miel de azahar, de acacia, de eucalipto o de brezo.
- Multiflorales o poliflorales: Mieles cuyo néctar procede de diferentes flores. El color de estas mieles varía en función de las diferentes variedades de flores de las que proceda su néctar, así como de la proporción de cada una de ellas.
Mielato o mielada
El mielato, mielada, rocío de miel o miel de bosque es aquella variedad de miel producida por las abejas a partir de las soluciones azucaradas de los árboles. De este modo, el mielato no puede considerarse una miel, ya que no procede del néctar de las flores.
Lo cierto es que el mielato posee un sabor muy intenso y se una tonalidad oscura. Se obtiene principalmente a finales de verano o principios de otoño, es decir, cuando ya han florecido la mayoría de las flores.
Según la procedencia de la cosecha
Según cuál se la procedencia, podemos encontrar diferentes opciones a la hora de comprar:
- Escurrida: Aquella miel obtenida a partir del escurrido de los panales. Se emplean para ello panales desoperculados y sin larvas en su interior.
- Prensada: obtenida a partir de la compresión de los panales. Para ello, en ocasiones se lleva a cabo la aplicación de calor, que puede ser igual o inferior a 45ºC. Al igual que en el caso anterior, los panales carecen de larvas.
- Centrifugada: aquella obtenida de la centrifugación de panales, previamente desoperculados y sin larvas.
Según su presentación
Atendiendo a la forma en que se presenta, podemos encontrar diferentes variedades:
- Líquida: La miel o mielato que se encuentra en estado líquido. Es la más común de todas y por ello, la más fácil de encontrar.
- En panal: Se trata de aquella miel que se comercializa en forma de panal, ya sea entero o por secciones. Este producto se consume tal y como se produce. Esto quiere decir que el panal no se trata en ningún momento, por lo que el producto final no está filtrado ni procesado. En ningún caso contendrá larvas.
- Con trozos de panal: Este tipo de miel se caracteriza por combinar en el envase miel en estado líquido, con trozos de panal. Se trata de un producto muy especial y natural.
- Cristalizada: Es la que ha experimentado un proceso de solidificación. Esto puede deberse a diferentes factores, como la temperatura o la humedad.
- En crema o cremosa: Es la variedad de miel que cuenta con una textura cremosa y fácil de untar.
Según la forma de producción
En función de cómo se produzca, podemos encontrar dos variedades:
- Convencional: es la que se obtiene siguiendo los métodos tradicionales de obtención y producción de miel.
- Orgánica: se trata de aquella variedad que cumple con los diferentes requisitos de certificación orgánica. Esto se cumple tanto en lo referente a la producción, como en su forma de procesamiento. Esta certificación debe ser otorgada por empresas u organismos acreditados para ello.
Según su destino
- Para consumo directo: Destinada al consumidor final. Se tiene en cuenta que todas las características de la miel, como su aroma o sabor, sean adecuadas para el consumo directo.
- Para industria: Aquella variedad cuyas características no cumplen los requisitos necesarios para ser aceptable para el paladar del consumidor final. En esos casos, es empleada en la elaboración de otros productos.
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