La miel de abejas es un alimento rico en propiedades beneficiosas para la salud. Ya desde la antigüedad la miel ha sido empleada para curar heridas y tratar enfermedades. Independientemente de la forma en que la empleemos, ya sea ingerida o de manera tópica, las propiedades y beneficios de la miel para la salud humana son muy amplias.
Así, la composición de la miel de abejas la convierte en un alimento sano, nutritivo y delicioso, rico en nutrientes y propiedades antioxidantes.
Índice de contenidos
- Propiedades y beneficios de la miel de abejas
- ¿A qué sabe la miel?
- La coloración de la miel de abejas
- Composición de la miel
- Beneficios fisiológicos de la miel de abejas
- Tipos de mieles
- ¿Se puede tomar miel a diario?
- Cómo almacenar la miel
Propiedades y beneficios de la miel de abejas
La miel es mucho más que un edulcorante natural. Se trata de un alimento funcional, cuyos beneficios van más allá de los propios de la nutrición básica. Es rica en antioxidantes, antibacteriana y con un fuerte poder hidratante. En su composición destacan:
- Minerales como el calcio, zinc, magnesio, hierro, potasio, cobre o el fósforo
- Vitaminas del grupo B, vitamina C, D y E
- Ácidos orgánicos
¿A qué sabe la miel?
Muchas personas piensan que la miel cuenta con un sabor característico y concreto, conocido por todos. Sin embargo, el sabor de la miel puede variar notablemente en función de las variedades de flores empleadas en su elaboración.
Además, dependiendo de si es una miel monofloral o multifloral, su sabor también puede variar notablemente. Así, su sabor puede oscilar entre la suavidad propia de la miel de acacia, a la intensidad propia de la miel de bosque. Puede tener matices florales, afrutados o incluso amaderados.
Según el tipo de miel o el tipo de flor, se puede llegar incluso a distinguir un sabor específico. Es sorprendente la amplia variedad de mieles que podemos encontrar, cada una de ellas, con un sabor característico. Así, según su sabor, podemos encontrar distintos tipos de miel
- Floral
- Frutal
- Vegetal
- Aromático
- Químico
- Animal
- Cálido
La coloración de la miel de abejas
Al igual que el sabor, la coloración de la miel variará en función de la flor o flores empleadas en su elaboración. Aunque no se sabe exactamente de qué depende el color del néctar de las flores, sí que se tiene constancia de que este elemento es determinante en el color que tendrá finalmente la miel.
Elementos como los pigmentos vegetales o los minerales obtenidos del suelo, pueden influir en el color del polen, aunque probablemente no sean los únicos.
Composición de la miel
La miel está compuesta sobre todo por fructosa (38%), glucosa (31%) y agua (18%). Además, suele contener sacarosa, maltosa y otros azúcares. Es una combinación de azúcares de origen vegetal con agua.
Pero está también compuesta por proteínas y aminoácidos, entre el 0,2% y el 2%, y contiene vitaminas, enzimas, hormonas, ácidos orgánicos y minerales.
A pesar de su alto contenido en azúcares, es una gran fuente de energía saludable tomando la cantidad diaria recomendada.
Contiene vitaminas A, E, K, B1, B2, B6, Niacina, Vitamina C, ácido pantoténico (B5), ácidos fenólicos, ácidos grasos, apigenina, acacetina, ácido abscísico, ácido ferúlico y carotenoides.
Todos estos componentes la convierten en un alimento completo, energético y muy recomendable para las personas que quieran llevar una alimentación saludable.
Beneficios fisiológicos de la miel de abejas
Son múltiples los estudios que avalan las propiedades beneficiosas de la miel. El Dr. Ron Fessenden, médico jubilado y presidente del Comité para la miel y la Salud de Estados Unidos, está especializado en los beneficios fisiológicos de la miel.
Así, a través de sus conferencias el Dr. Ron Fessenden defiende los beneficios de la miel para las personas, tales como la mejora del sueño, el tratamiento de las heridas o el control del azúcar en sangre.
La miel alivia la tos y las molestias de garganta
Uno de los usos más extendidos de la miel es sin lugar a dudas el alivio de las molestias de garganta y su uso para paliar la tos.
Desde hace muchos años, se ha empleado este endulzante natural para prevenir y combatir los síntomas de gripes y resfriados; así como algunas infecciones.
La miel reduce los niveles de azúcar en sangre
Aunque muchas personas piensen lo contrario, lo cierto es que la miel regula los niveles de azúcar en sangre. Esto es gracias al equilibrio existente entre los niveles de glucosa y de fructosa.
La poción de fructosa facilita que la glucosa existente sea captada por el hígado, creando lo que se denomina glucógeno. Esta es una sustancia que abunda en el hígado y músculos del cuerpo, y que cuando el cuerpo lo precisa, puede convertirse en glucosa.
De este modo, el glucógeno pasa al corazón, el cerebro, los riñones y las células rojas de la sangre. Así, diversos estudios afirman que la miel apenas incrementa los niveles de azúcar en sangre o los de insulina.
La miel favorece la recuperación del sueño
La miel no solo reduce el estrés, sino que también existen numerosas investigaciones que afirman que la miel ayuda a promover el sueño. Al tomarla antes de acostarnos, nuestro cuerpo almacena glucógeno en el hígado y lo administra a nuestro cuerpo cuando lo necesita el cerebro.
Esto es gracias a la glucosa presente en la miel, que provoca que el cerebro produzca una menor cantidad de orexina, sustancia relacionada con el insomnio, facilitando así el desarrollo del sueño.
Así, la miel facilita la relajación y el sueño. Un vaso de leche con miel antes de acostarse ayuda a favorecer el sueño. Además, la melatonina presente en la miel regula el ritmo cardíaco y la reconstrucción de tejidos durante la noche.
La miel reduce el estrés metabólico
Cualquier tipo de estrés, independientemente de que su origen sea emocional, fisiológico o psicológico, se traduce en el cuerpo como estrés metabólico. Este concepto se basa en un proceso orgánico que permite ganar masa muscular. Dicho de otro modo, este proceso conduce a la hipertrofia muscular.
La miel produce de forma natural glucógeno en el hígado, lo que dificulta la liberación de las hormonas del estrés a lo largo del día.
Sin embargo, la miel no solo ayuda a controlar el estrés, sino que además, gracias al azúcar, también favorece la concentración.
La miel combate el estreñimiento
Al ser un alimento prebiótico, la miel de abejas contribuye en la mejora de la flora bacteriana de forma natural. De este modo, ayuda a mejorar la salud digestiva de nuestro cuerpo.
Este efecto laxante de la miel se debe principalmente a los fructooligosacáridos (FOS), que funcionan de forma similar a la fibra y crean un efecto laxante suave.
Beneficios de la miel de abejas en el cerebro
¿Necesitamos una buena dosis de energía? La miel de abejas puede ser la solución. Se trata de una increíble fuente de energía natural, que penetra con facilidad en nuestro torrente sanguíneo y nos proporciona la energía que precisamos rápidamente.
Además, al ser un alimento altamente energético, su consumo ayuda a activar nuestro cerebro y potenciar la concentración.
La miel trata heridas y quemaduras
Las propiedades beneficiosas de la miel son conocidas desde hace muchos años. De hecho, hasta mediados del siglo XX se empleaba este remedio natural para curar heridas e infecciones.
Así, la miel de abejas ayuda a limpiar y desinfectar las heridas y llagas producidas por algunas bacterias. Esto se debe a que, a través de un proceso enzimático, la miel libera peróxido de hidrógeno, lo que explica sus cualidades antisépticas.
Tipos de miel
Podemos encontrar dos grandes grupos de miel: las mieles monoflorales y las mieles de flores, multiflorales o milflores.
- Mieles monoflorales: están elaboradas principalmente a partir del néctar de una única flor. Podemos encontrar dentro de este grupo una amplia variedad de mieles: miel de azahar, de acacia, de romero, etc. Cada variedad de miel, cuenta con unas propiedades y características únicas, diferentes aromas, sabores y matices.
- Mieles de flores, multifloral o milflores: son aquellas mieles que están elaboradas a partir de la combinación del polen de diferentes tipos de flores.
¿Se puede tomar miel a diario?
La miel es empleada en muchas ocasiones como edulcorante natural. No hay una cantidad específica de miel recomendada. Sin embargo, debido a sus niveles de azúcar, se recomienda su consumo de manera moderada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los azúcares libres no deben suponer más del 10% de la ingesta diaria de energía de una persona. En un adulto que precisa de 2000 kcal al día, el 10% ronda los 200 kcal de azúcares libres. En caso de ser la única fuete de azúcar, esto equivaldría a 60 gramos de miel.
Además, en una persona sana, lo recomendable es consumir como mucho una cucharada pequeña de miel al día. Esto es aproximadamente entre 10 a 12 gramos de miel. Está claro que todo dependerá del tipo de alimentación de cada persona y la cantidad de azúcares que se toman a diario.
Otros factores a tener en cuenta a la hora de consumir miel a diario, es el ejercicio físico que se realice, el metabolismo de cada persona y si sufre alguna enfermedad o dolencia que la miel pueda ayudar a tratar.
Así, entre los beneficios de consumir miel a diario encontramos:
- Cuidado de la piel
- Control de los niveles de colesterol
- Fortalecimiento del corazón
- Mejora de la memoria
- Mejora del sueño
- Calmar los nervios
- Proteger el estómago
Cómo almacenar la miel
- Siempre hay que guardarla en envases de vidrio. Así no se impregnará de olores ni atraerá insectos. También es recomendable que el frasco esté cerrado.
- Temperatura adecuada. Nunca debe refrigerarse y se recomienda guardarla en un lugar donde no reciba sol.
- Es posible congelarla. Si tienes una cantidad considerable de miel congelarla puede ser una buena opción y así no perderá sus propiedades. Para descongelarla te recomendamos el conocido método del baño María, ya que no se recomienda esperar a que se descongele a temperatura ambiente.
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