Es evidente que la temporada de abejas depende de condiciones principalmente climatológicas, que afectan al entorno, tanto a la flora como a la fauna. Estos maravillosos insectos se encuentran trabajando todo el año, pero reparten sus tareas en función de la estación.
Como habréis imaginado, la temporada de abejas se considera la época en la que más abejas vemos en acción y coincide por tanto, con los meses de primavera (y parte del verano). Pero, ¿Qué ocurre principalmente durante este periodo de tiempo?
¿Cuándo empieza la temporada de abejas?
Todo empieza durante los primeros meses en los que podemos apreciar la floración. Este es el proceso en el que las flores se exponen más y se preparan para la polinización (reproducción de las plantas).
Al intercambiar el polen, las abejas favorecen la propagación de las flores. Sin embargo, esta no es la única razón por la que vemos nubes de abejas surcando el cielo durante estos meses.
Durante esta época del año, las abejas llevan a cabo el proceso conocido como enjambrazón. Se trata del impulso natural que realizan las abejas al reproducirse a principios de la primavera, coincidiendo así con la temporada de abejas.
Enjambrazón: detonante de la temporada de abejas
Durante estos meses hay muchos factores que influyen en el enjambrazón (sin que se haya llegado a concretar cuál de todos es el más determinante en el comportamiento de las abejas) como el flujo del néctar y el polen o el aumento poblacional de la colmena.
Se considera que las abejas realizan este proceso únicamente por la distribución de la especie. Lo que es seguro es que este proceso se realiza de manera instintiva por todas las abejas que conforman la colmena, la cual funciona como una inteligencia colectiva.
Cuando la colmena aumenta el número de abejas, las feromonas de la reina se disipan y, en caso de envejecer, debe ser reemplazada. Las abejas comienzan la enjambrazón volando por grupos de enjambres a buscar otras colmenas.
La organización individual de cada una de las abejas es algo compleja. La idea principal es asentarse en otra ubicación y liberar la colmena anterior, que quedará a merced del reinado de la nueva reina que los zánganos fecunden.
Este proceso es el causante de los viajes de múltiples abejas en grupo (generalmente protegiendo a la reina) que a veces pueden acabar asentándose en nuestra casa.
Trabajo de las abejas
Después de realizar este proceso o durante el mismo, las abejas realizan la práctica del pecoreo. Es por eso que, entre la recolección de polen, la migración y multiplicación de la especie o las danzas para comunicarse, vemos abejas por todas partes.
Durante toda la primavera disfrutamos de la actividad de estos insectos, que no paran de trabajar por aumentar y preservar su especie. Después de todo un proceso de recogida, toca volver a la colmena y trabajar con las provisiones.
Época de recolección
A partir del final del verano, comienza la época de recolección. Esta sería la temporada en la que los apicultores comienzan la extracción de los paneles y la recolecta de la miel. Dura por tanto, desde finales del verano hasta que termina el otoño, aproximadamente.
No obstante, la época que más trabajo suele dar a los apicultores es precisamente la temporada de abejas. Deben supervisar el estado de las colmenas, vigilar las reservas del polen y la miel y cuidar la producción de jalea real, entre otras muchas cosas.
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