En este post, queremos mostrarte desde Maes Honey como es la importación de la miel de la colmena a tu casa.
La apicultura es todo un arte que requiere de mucha paciencia, cuidado y respeto a las abejas, algo clave para asegurar su subsistencia y, por tanto, la de la miel.
Un proceso minucioso que se origina en el campo, entre miles de flores, para que los consumidores abran, finalmente, el tarro de miel disfrutando cómodamente de este delicioso producto, asegurando una miel perfecta.
La recolección de néctar
Cuando las abejas comienzan su vida adulta, es decir, a los 21 días de su nacimiento, son capaces de recolectar néctar. Es en ese momento cuando comienzan sus interminables viajes, entorno al paraje donde se ubique su colmena. Este puede ser la dehesa, un bosque, sotobosque, campiña, etc.
Estos trayectos tienen como finalidad realizar el pecoreo o extracción del néctar de las flores que viven en el entorno o radio de la colmena. Pueden ser infinidad de especies, aunque suele ser común que destaque, en proporción, una sobre otra.
Los apicultores suelen situar las colmenas próximas a la flor que les interesa que pecoreen las abejas. Si desean obtener miel de brezo, lo más probable es que la coloquen en un lugar cercano a estos, y así con multitud de especies florales y botánicas: romero, eucalipto, azahar, etc.
Su almacenamiento en la colmena
Una vez extraído el néctar de la flor, las abejas lo almacenan en su buche melario. Este funciona como una especie de bolsita que les sirve para transportar el néctar hasta la colmena. Una vez allí, lo regurgitan a sus compañeras, mezclándolo con su saliva. Ésta contiene enzimas que regulan el pH del néctar y que proporciona un punto ácido.
El siguiente paso es eliminar los excesos de humedad presentes en el néctar. Para ello, las abejas se valen de sus alas, realizando un proceso de ventilación que les permite reducir considerablemente el componente líquido.
Una vez se encuentra en óptimas condiciones, el néctar se almacena en las celdas del panal sellándolas con cera. Con esto, las abejas se aseguran de la perfecta conservación de este componente en el tiempo.
Extracción de la miel
La miel es el producto obtenido de la maduración del compuesto formado por la fusión del néctar, las enzimas y la cera de las celdas.
Una vez ha pasado el tiempo suficiente para su maduración, llega el momento de extraer la miel de la colmena. Esta recolección puede realizarse siguiendo dos métodos: panal y miel extraída.
- Método del panal:
Este método consiste en extraer el panal, tal y como ha sido construido por las abejas. A pesar de que es muy provechoso, ya que se puede utilizar el panal completo, requiere destreza y experiencia. Por tanto, suele descartarse este método, optando más bien por otras formas “más comunes” de recolección.
- Método de la miel extraída
El apicultor obtiene los panales de miel sellados. Es importante escoger aquellos que estén en las condiciones óptimas para su recolección.
Una vez se ha optado por el panal, llega el momento de retirar las abejas. Para ello, frecuentemente, suelen ahumarse para que queden adormecidas y no resulten peligrosas.
El siguiente paso consiste en separar la cera del panel o marco. Estos deben manejarse minuciosamente para evitar que el panal quede perjudicado. El apicultor puede utilizar, para este proceso, una herramienta que le facilite la acción de retirar la cera. Puede servir un cuchillo o instrumento afilado, al que se debe calentar adecuadamente. Con frecuencia suele emplearse un instrumento conocido como extractor eléctrico. Su función es que los cuadros roten, separando la miel de la cera.
Filtrado y envasado
Una vez ha sido recolectada, la miel debe permanecer en reposo durante 24 horas. Este proceso, que se denomina decantación, tiene como finalidad contribuir a que las impurezas presentes en el producto asciendan a la superficie. Por último, serán espumadas.
Comienzan los procesos de filtrado y envasado de la miel.
Éste último resulta especialmente importante en Maes Honey, aumentando notablemente su capacidad de producción en los últimos años.
Maes Honey es actualmente capaz de producir hasta 14.000 toneladas de miel al año, gracias a la optimización de los procesos de envasado y producción.
En sus instalaciones, que poseen las certificaciones de calidad y seguridad alimentarias más rigurosas, cuentan con líneas de envasado de las diferentes variedades de miel que comercializan, adaptadas, además, a cada grupo objetivo de mercado.
Una de ellas, la correspondiente a la miel de flores, posee una llenadora rotativa que es capaz de envasar hasta 7.000 tarros en una hora. Son, además, tan minuciosas y avanzadas, que detectan cualquier anomalía, corrigiéndola en su caso.
Sus productos de vidrio más valorados por los consumidores son los tarros de miel de 500 gr. y de 1 kg. Por ello, una optimización del procedimiento de envasado y producción es clave. De todas sus líneas de producción, ésta es la más veloz.
Además, Maes Honey posee líneas de producción para el resto de sus envases, versátiles y capaces de adaptarse a las circunstancias y requerimientos oportunos.
Todo ello, permite a Maes Honey llevar a cabo una eficiente producción y comercialización de sus mieles, asegurando un producto de calidad, con todas las garantías que avalan su buen hacer, experiencia y trayectoria.
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