Para elaborar la miel, las abejas emplean el néctar de las flores. Sin embargo, existen algunas mieles que no proceden de este néctar de las flores, o no únicamente de ese néctar. Este es el caso del mielato.
El mielato se elabora a partir del néctar procedente de árboles como el alcornoque, roble, etc. De este modo, al no proceder del néctar de las flores, o al menos no en un porcentaje elevado, lo cierto es que el mielato no puede considerarse una miel.
Podemos encontrar el mielato bajo en nombre de mielada, rocío de miel, miel de bosque o ligamazas.
Características de la mielada o mielato
La mielada o mielato es conocida también como miel de bosque. Esto se debe a que los mielatos más abundantes proceden de árboles como la encina, el alcornoque o el roble.
Asimismo, dependiendo del nivel de aislamiento de la colmena, obtendremos mielato puro, o una combinación del mielato con otros tipos de mieles de flores.
Los mielatos cuentan generalmente con una coloración marrón oscura y brillante. Lo cierto es que dependiendo de la variedad de mielatos y del bosque, su color puede ser más claro. Asimismo, cuando los mielatos endurecen, estos suelen aclararse un poco.
Lo cierto, es que los mielatos solidifican con dificultad.
Los mielatos o mieladas cuentan con un sabor y olor a resina y especias. En este sentido, su sabor es intenso y potente, con diferentes matices a madera, pasas o regaliz. Su sabor recuerda a fruta seca, con un pequeño regusto y pequeños toques picantes en la garganta.
En lo referente a su olor, este es muy sutil, y mucho más discreto que el olor de las mieles elaboradas principalmente a base de néctar.
Propiedades y beneficios del mielato
Los mielatos o mieladas son un gran endulzante, ya que cuentan con una menor proporción de azúcar que las mieles elaboradas a base de néctar.
Además, estas cuentan con un mayor porcentaje de polifenoles. Estos, son los compuestos que le aportan a los mielatos sus propiedades antioxidantes. Por ello, la miel es usada en numerosas ocasiones para suavizar los dolores de garganta, las bronquitis o las faringitis.
La humedad de las mieladas es muy baja, ya que ronda el 16,5%. El componente principal de los mielatos es la fructosa (33,78%), seguida de la glucosa (26,39%). Asimismo, cuenta con un menor porcentaje de otros azúcares, como la sacarosa o la melecitosa.
Los mielatos de origen animal, cuentan con una mayor proporción de aminoácidos y sales minerales, con respecto a las mieles procedentes de néctares. Por ello, se recomienda su consumo a personas que sufran desórdenes alimenticios, anemias o cuenten con alguna carencia en su organismo.
Tipos de mielato
Dependiendo de cuál sea su origen, podemos encontrar dos tipos de mieladas:
- Mieladas de origen vegetal: se produce cuando, ante el exceso de humedad y las elevadas temperaturas, las plantas expulsan el excedente de savia producida al exterior. Posteriormente, las abejas aprovechan esa savia para elaborar los mielatos o mieladas.
- Mieladas de origen animal: Es aquella que se elabora por pequeños insectos. Estos se alimentan de la savia de los árboles, y posteriormente excretan en las hojas y ramas. Estas secreciones contienen numerosos carbohidratos de la savia que resultan atractivos para las abejas. De este modo, estas las recogen y las transforman en miel.
Cuándo se produce
Los árboles comienzan a segregar la savia a finales de primavera o principios de verano, expulsando al exterior la savia sobrante.
Esta sustancia azucarada atrae a las abejas, que la recolectan y la utilizan para la elaboración del mielato. Posteriormente, una vez el mielato se encuentre en estado óptimo, será recogido por los apicultores a finales de agosto o principios de septiembre.
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