¿Quieres saber cuál es la miel perfecta para ti? Hoy te traemos unos tips para que identifiques las propiedades y beneficios de la miel y descubras cuál es la que mejor se adapta a ti.
A lo largo de la historia, la miel se ha considerado un alimento apreciado por sus propiedades y beneficios saludables. Además, funciona como un perfecto edulcorante natural, gracias a su sabor dulce y suave.
Dichas cualidades diferencian a cada tipo de miel, siendo cada una de ellas indicada para tratar o cubrir distintas afecciones o necesidades.
En este sentido, resulta conveniente analizar las necesidades individuales de cada persona, escogiendo la miel precisa para así beneficiarse eficazmente de sus propiedades terapéuticas.
¿Cuáles son los principales tipos de miel?
Existen diferentes variedades de miel disponibles en el mercado, con peculiaridades y atributos individuales. Algunas de las más interesantes son:
Miel de milflores
Este tipo de miel es elaborado por las abejas a partir del néctar de multitud de especies de flores silvestres. En su composición, no hay una proporción de polen de una especie que destaque sobre otra.
El sabor y textura de esta miel es variable, dependiendo de factores como las especies vegetales que rodean la colmena o la propia región donde se encuentran.
Otros aspectos determinantes son los meteorológicos, como la cantidad de precipitación anual.
La miel de milflores se caracteriza por su color ámbar claro, y por poseer una textura suave, no muy espesa. Si bien, hay que tener en cuenta que dependiendo de las especies florales de las que toman el néctar las abejas, el color de la miel puede variar, encontrando mieles de milflores de tonalidades más oscuras y con una consistencia más densa.
Entre las especies más frecuentemente pecoreadas están la lavanda, el romero o el tomillo.
Dependiendo de estas especies, podemos obtener mieles más claras o, por el contrario, más oscuras. Estas cuentan con diferentes propiedades y, por tanto, para sus aplicaciones son distintas.
Miel de bosque:
Este tipo de miel es elaborado por las abejas mediante la recolección de sustancias presentes en las hojas de encinas, robles y otros árboles presentes en las masas forestales de nuestro país.
Aunque la denominemos “miel de bosque”, en realidad no es miel, sino mielato o “rocío de miel”.
La miel de bosque cuenta con un sabor intenso. Su color es oscuro, y presenta una textura espesa y densa en su composición.
Por último, las especies a las que frecuentemente acuden las abejas para recolectar dichas sustancias suelen ser castaños, tilos, robles o retama.
Como ves, podemos encontrar multitud de mieles procedentes de diferentes especies vegetales. Estas variedades ofrecen diferentes beneficios, en función del tipo de miel y nuestras necesidades específicas.
Beneficios de los distintos tipos de miel
Miel de milflores:
Gracias a su rico aporte en antioxidantes, vitaminas y minerales, la miel de milflores contribuye a proteger el sistema inmunológico y al correcto funcionamiento del aparato digestivo.
Además, este tipo de miel puede funcionar especialmente bien para reducir inflamaciones y paliar el dolor. Entre sus propiedades más apreciadas están las asociadas a la salud cardiovascular y al cuidado de la piel y del cabello.
Miel de lavanda:
Este tipo de miel pertenece al grupo de las mieles monoflorales, siendo su apariencia, generalmente, clara. Comparte los beneficios de la miel de milflores, si bien, posee propiedades calmantes y relajantes muy interesantes.
La miel de lavanda puede resultar especialmente indicada para combatir el estrés y optimizar la calidad del sueño.
Miel de jara:
Este tipo de miel, de tonalidad oscura y consistencia espesa, ha sido tradicionalmente empleada para tratar afecciones gracias a sus múltiples beneficios en la salud.
Su acción antiinflamatoria y antibacteriana la hacen especialmente conveniente para reducir los síntomas de la sinusitis, la tos o la bronquitis.
Sus propiedades cicatrizantes y antisépticas hacen que sea útil para tratar quemaduras en la piel, así como acné o heridas.
Además, al igual que otros tipos de miel, la de jara cuenta con otras propiedades especialmente saludables para el sistema digestivo, siendo empleada frecuentemente para tratar acidez o gastritis.
Miel de romero
La miel de romero es un tipo de miel monofloral. El color de esta miel puede variar, oscilando entre tonalidades de ámbar claro y oscuro. De sus propiedades, además de poseer las mismas cualidades que las mencionadas anteriormente, se trata de una miel que aporta beneficios a la salud digestiva. Por ejemplo, la miel de romero es capaz de aliviar la acidez estomacal.
Por su acción antibacteriana es útil en el tratamiento de algunas infecciones respiratorias, como la gripe. Además, resulta interesante su contribución a mejorar la concentración y la memoria, gracias a sus propiedades neuroprotectoras.
Miel de bosque:
Este tipo de miel posee múltiples beneficios para la salud. Entre las propiedades con las que cuenta la miel de bosque, están: antioxidantes, antibacterianas, antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmune.
Por su acción expectorante, la miel de bosque es indicada para tratar algunas afecciones respiratorias, como el asma o la bronquitis.
Finalmente, además de actuar como analgésico natural, siendo empleada frecuentemente para aliviar el dolor de garganta, la miel de bosque es frecuentemente utilizada para combatir problemas digestivos como la gastritis o la diarrea.
Como has podido comprobar, existen multitud de mieles con propiedades especialmente beneficiosas para la salud. Conocer cuáles son las necesidades personales de cada individuo, así como analizar las características de cada tipo de miel, son las claves para poder disfrutar de todas las ventajas y beneficios de su consumo.
También puede interesarte: