La miel es un alimento muy completo, rico en vitaminas y nutrientes, y que cuenta con numerosas propiedades y beneficios, que han sido ampliamente conocidos y empleados a lo largo de la historia.
Lo cierto es que este endulzante natural, cuenta con numerosas propiedades, que van desde el alivio del dolor de garganta, hasta la curación de heridas o quemaduras. A continuación, te mostramos cuáles son.
¿Cuáles son las propiedades de la miel?
Potencial antibacteriano
La miel cuenta con numerosas propiedades antibacterianas. Esto se debe a las inhibinas presentes en ella; que junto con la glucosa oxidasa, le otorgan amplias propiedades bactericidas. Estas, ayudan a proteger el cuerpo frente a los radicales libres.
Los radicales libres son los responsables del envejecimiento prematuro de la piel; así como del desarrollo de enfermedades crónicas o cardíacas.
Fuerte antioxidante
Otra de las propiedades de la miel, está relacionada con los efectos antioxidantes con los que cuenta. De este modo, esta funciona como complemento dietético, previniendo el desarrollo de enfermedades cardíacas o del sistema inmunitario. Además, la miel cuenta con propiedades antiinflamatorias y ayuda a mejorar la salud ocular.
Antiséptica y antiinflamatoria
A lo largo de la historia, la miel ha sido empleada para curar las heridas infectadas y las pequeñas quemaduras. Esto se debe a que la miel cuenta con increíbles propiedades antisépticas que limitan las posibilidades de sufrir infecciones en las heridas abiertas o las quemaduras.
Para ello, simplemente se aplica sobre la piel combinada con algunas hierbas. De este modo, se logra tratar las quemaduras del sol, reducir las manchas de la piel y tratar las heridas infectadas.
Por otro lado, también se puede emplear la miel para reducir las inflamaciones musculares. Para ello, simplemente se debe aplicar directamente sobre el músculo y masajear. Esto no solo reducirá la hinchazón, sino que también ayudará a aliviar el dolor derivado de este.
Favorece la digestión
Al combinar la miel con otros productos naturales, como el jugo de limón o la canela, también se logra favorecer la actividad del sistema digestivo. De este modo, el consumo de miel facilita la metabolización de los alimentos, ayuda a aliviar la acidez de estómago e incluso favorece el correcto tránsito intestinal.
Así la miel es empleada para aliviar las diversas molestias estomacales, como la pesadez de estómago o el estreñimiento.
Alivia la tos y el dolor de garganta
Lo cierto es que entre las propiedades de la miel también se encuentra el alivio de la tos y los dolores de garganta. Simplemente basta con añadir una cucharadita de miel a un té de limón, para lograr combatir el resfriado. De hecho se trata de un remedio tan eficaz como los propios medicamentos de la tos.
Por eso es muy empleada especialmente con los niños para ayudar a aliviar los dolores de garganta y combatir los resfriados. Además, a diferencia de los medicamentos de la tos, la miel no tiene efectos secundarios y ayuda a los niños a descansar mejor; por lo que los padres pueden estar mucho más tranquilos.
Hidratación
La humedad presente en la miel, influye no solo en su textura, sabor o color; sino que también puede emplearse para aportar humedad a nuestro cuerpo. De este modo, la miel es ampliamente utilizada por sus propiedades para humedecer el cabello.
Otras propiedades de la miel
A parte de las propiedades de la miel anteriormente mencionadas, cuenta con otros beneficios, entre los que encontramos la mejora del sueño, el alivio del estrés e incluso la reducción del cansancio.
Además, la miel también es empleada para reducir el dolor de los niños pequeños con los dientes, mejorar los problemas de memoria e incluso regular el azúcar en sangre o tratar el asma.
Propiedades de la miel: su composición
La miel está compuesta principalmente por azúcares (78-80%), de los cuales el 38% corresponden a la fructosa y un 31% a la glucosa. El porcentaje restante corresponde a la sacarosa, maltosa y otros compuestos similares.
A parte de azúcares, la miel cuenta con otros elementos que influyen en sus increíbles propiedades:
- Aminoácidos: en la miel podremos encontrar una amplia variedad de aminoácidos libres. Destaca la presencia de la polina procedente de las abejas; aunque también podemos encontrar aspártico, glutámico, alina o arginina, entre otros.
- Proteínas: El porcentaje de proteínas es casi nulo, ya que este ronda el 0,26%.
- Minerales: Dependiendo de la variedad de miel ante la que nos encontremos, los minerales presentes en esta varían. Sin embargo, hay minerales como el zinc, magnesio o potasio, que están presentes en todas las variables de miel.
- Vitaminas: Entre las propiedades de la miel, destaca su elevado número de vitaminas, que sin llegar a cubrir las necesidades diarias, son altamente asimilables. Así, encontramos Vitamina A, Vitamina B1, Vitamina B2, vitamina B3, Vitamina B5, vitamina B6, Vitamina B8 – Vitamina B9, Vitamina C, Vitamina D o Vitamina K.
Enzimas: Dentro de la miel, podremos encontrar también enzimas como la amilasa A y B o la Glucosa Oxidasa.
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