Dependiendo de la la época del año en la que nos encontremos o del tipo de néctar empleado, las abejas son capaces de elaborar multitud de variedades diferentes de miel, como son las mieles monoflorales y las poliflorales.
Actualmente, la mayoría de mieles que consumimos, son poliflorales, es decir, están elaboradas con el néctar de diferentes variedades de flores, plantas, árboles, hierbas, etc.
Por el contrario, las mieles monoflorales, son aquellas cuyo néctar procede principalmente de la misma flor, por lo que a veces es complicado encontrar miel monofloral pura.
Características de las mieles monoflorales
Las mieles monoflorales, generalmente, no suelen proceder únicamente del néctar de una única flor, si no que en ella se podrán encontrar también néctares de otras flores, que aportarán matices diferentes y diferenciadores.
Aunque las mieles monoflorales son más caras y difíciles de conseguir, lo cierto es que cuentan con cualidades que las diferencian del resto de mieles. El color, el sabor, la fragancia e incluso las propiedades terapéuticas de las mieles monoflorales hacen que éstas destaquen frente a las mieles poliflorales.
Para determinar si se trata de mieles monoflorales o no, es necesario realizar un análisis polínico y otro sensorial, a través de los cuales el apicultor podrá determinar el tipo de miel obtenida. De este modo, sin estos análisis es imposible determinar de qué tipo de miel se trata.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que en las mieles monoflorales no se añaden esencias de flores, es decir, no saben ni huelen a ninguna flor concreta. Es cierto, que las mieles pueden tener aromas cálidos, frescos, afrutados, o incluso pueden tener algún ligero olor a alguna flor concreta, aunque generalmente no suele ser así.
De este modo, gracias a la presencia de una floración determinada y la utilización de néctares específicos, las mieles monoflorales cuentan con unas características organolépticas únicas.
Tipos de mieles monoflorales
Existen multitud de mieles monoflorales, a continuación, te mostramos las más populares.
- Miel de Bosque: su color es muy oscuro, aunque dependiendo de la variedad de mielato su color puede variar. Su sabor es dulce y fuerte, con suaves notas saladas. Destacan sus enormes propiedades antioxidantes, y el tratamiento de las afecciones pulmonares, como el asma, la gripe o la neumonía.
- Miel de Acacia: miel de color amarillo claro, con un aroma y sabor muy saves. Indicada para combatir las afecciones del sistema respiratorio, mantener la regularidad intestinal o aliviar la acidez de estómago.
- Miel de Romero: su color es ámbar muy claro y suave, con un sabor muy dulce y ligeramente herbáceo. Está indicada para la descongestión del hígado y el tratamiento de úlceras estomacales.
- Miel de Eucalipto: miel de color ocre, con un sabor amaderado y un característico olor. Destaca por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, así como por sus efectos balsámicos
- Miel de naranjo, también conocida como el de azahar. Su sabor es espeso, dulce, delicado y sutil. Se denomina así, por el hecho de que cuentan con el néctar de la flor de azahar y de las flores de limonero. Esta miel cuenta con propiedades relajantes, es altamente digestiva, con propiedades antioxidantes y efecto antiinflamatorio y antialérgico.